Hoy cambio un poco
de tercio y os escribo un mini relato sobre el amor y las expectativas.
"Comenzaban
algo que parecía que podía ser una bonita historia. Ella aún no le había dado
nada, o casi nada, unas cuantas tardes, unas cuantas noches. Alguna risas, algunas
confidencias.
Ella se resfrió
aquel invierno. Nada grave. No esperaba nada. Curarse con dosis de telebasura y
pizza congelada. Se había acostumbrado a estar sola y no estaba mal. Pero él
llamo a la puerta. Allí estaba con un táper de sopa caliente y una sonrisa. No se quedó mucho, lo suficiente
para decir no estás sola, aquí tienes la sopa, aquí tienes mi abrazo. Y ella
se quedó con el taper pensando que eso es lo que quería, alguien capaz de
perder un rato de su tarde por llevarle una sopa, por comprarle un medicamento,
por darle un abrazo en los días de ojeras y mocos. Alguien capaz de cuidar los
detalles y ponerse en su piel. Alguien con quien sentirse segura y protegida en
los días de fiesta y rosas y en los días de cansancio y abatimiento. Y decidió
que valía la pena, y lo apostó todo.
De esto ya ha
pasado mucho tiempo, y muchas cosas han erosionado a aquellas dos personas que empezaban
esta historia. Ya no son los mismos, supongo. Al menos ella ya no lo es. Ahora ella
sí espera porque ahora siente que ha dado mucho, que ha dado todo. Y no hay nada más demoledor
para el amor que las expectativas. Ahora ella se siente más sola que cuando
estaba sola porque se ha acostumbrado al calor de su cuerpo. Ahora le duele más
estar sola porque sabe que la felicidad existe a su lado.
Espera que la
arrope y la mime, que la despierte con café caliente y los niños vestidos. Se encuentra
mal, tiene fiebre, cansancio acumulado, duerme sola y se levanta sola. Quiere que él llame a la puerta con su taper de sopa caliente, sin que se lo haya pedido, por sorpresa, porque quiere, porque le apetece, sin
presiones, con ganas. Pero no lo hace, ya no le sale. También está cansado y
solo. Y ella se mete más en su coraza y en su dolor, y no puede evitar sentir que se lo debe, que se lo prometió con aquel táper. Tal vez sea injusta con él,
tal vez debería ser más agradecida. Tal vez su error fue tener demasiadas expectativas."