11 de junio de 2012

What's virgin mean?


Aún no me he llegado el momento de tener conversaciones difíciles con mi pequeña, pero supongo que antes o después nos tocará afrontar temas "delicados". Mis padres, que yo recuerde, nunca me hablaron de sexo abiertamente cuando era pequeña, ni siquiera adolescente.  Yo quisiera tener un enfoque más abierto y moderno con mis hijos, y en mi mente todo parece sencillo. Nos sentamos, explicamos las cosas sin utilizar metáforas ridículas (en plan, papi tiene un animalito y mami una cueva muy calentita!) y les demostramos que siempre podrán preguntar lo que necesiten porque papi y mami están preparados para todoJ.

Claro que a la hora de la verdad me temo que seré de las que se quedan sin palabras y ponen cara de circunstancia!!!

¿Cómo afrontáis vosotros el tema sexo con vuestros hijos?  

Os dejo este video que seguramente os hará sonreír.

A veces nos complicamos con las respuestas cuando las preguntas son mucho más sencillas.






Ánimo con la semana!

6 de junio de 2012

En tiempos difíciles


Cuando las cosas se ponen complicadas hay que recordar por qué estamos luchando. Por eso hoy quiero recordar lo que fueron mis votos matrimoniales. Tienes mi amor y apoyo incondicional, ya lo sabes. 

"Si hace tan sólo un par de años me hubieran dicho que acabaría casándome me hubiera sonreído pensando que 'casarse es algo que se hace cuando eres muy joven y yo ya soy mayor  para creer en estas cosas', … pero si alguien me hubiera dicho que me casaría en un pueblo de nombre impronunciable, con una barriga de 38 semanas y una pequeña niña rubia de la mano de su padre me habría reído con ganas y habría pensado que esas cosas son imposibles y sólo pasan en las series americanas de la Fox.

Pero aquí estoy, bueno, aquí estamos, hoy, un sábado cualquiera, sin grandes preparaciones, sin vestidos largos, ni velos, ni 200 invitados…. aquí estamos nosotros, tú y yo, y nuestras familias. Sólo los que de verdad importan, nuestros padres, nuestros hermanos y "la peque". Porque ella es, al fin y al cabo, una parte fundamental de nuestra relación. Ella estaba aquí antes que yo, ella lo llena todo, ella me ha enseñado a ser mejor persona, a querer de manera incondicional, ella me ha mostrado una parte de ti que me encanta y a la que adoro. Y quererte, vivir contigo, casarme contigo implica, entre otras muchas cosas, querer a "la peque".

Me lo habéis puesto fácil, la verdad.  Quereros me sale sólo, me llena de alegría.

Sé que sabes que te quiero pero hoy, un sábado cualquiera en este nuestro pueblo, también quiero recordarte por qué. Porqué estoy aquí.  

Te quiero no solo por lo que tú eres, sino por lo que yo soy cuando estoy contigo.
Porque me escuchas sin juzgarme y confías en mí sin exigirme, porque me ayudas sin intentar decidir por mi, porque me cuidas sin anularme, porque me miras sin proyectar tu yo en mí, porque me abrazas sin asfixiarme y me animas sin empujarme, porque me aceptas y no tengo que forzar, porque me haces feliz todos los días. 

Desde que empezamos nuestra relación siempre he intentado dar lo mejor de mí, compartir contigo mi tiempo y mi energía, llenar los días de sonrisas y caricias, dar fortaleza e imaginación a nuestra relación. No siempre lo he conseguido, pero sigo intentándolo. Porque aunque sé que puedo ser bastante plasta sigo creyendo que las pequeñas cosas son, al final, las más importantes.

Es verdad que no puedo darte soluciones para todos los problemas a los que nos enfrentamos pero quiero escucharte y compartirlo contigo;  no puedo cambiar tu pasado pero quiero formar parte de tu futuro; no puedo curarte las heridas pero te recordaré todos los días que te quiero;  no puedo evitar ponerme nerviosa en determinadas situaciones pero quiero cumplir con el pacto de nunca irnos a dormir enfadados.

Esta es mi promesa de matrimonio, así de simple, así de difícil: no cejar nunca en el intento de hacerte feliz, de hacerte sonreír con mis insistencias y mis rollos, de apoyarte en todo, de construir un proyecto juntos".

4 de junio de 2012

Adiós tristeza

Hoy estoy triste. Me dormí triste, soñé triste y me levanté triste. He conducido al trabajo sin ganas y me he puesto delante del ordenador estéril, vacía, sin poder aportar nada a mi trabajo.

He entrado en el blog y he visto un comentario de alguien que, simplemente, vive historias parecidas. Quiere a hijos que no son suyos.  Habla orgullosa de su familia "no convencional". 

Y he sonreído.

En ese momento recibo un email de una gran amiga que me envía un abrazo virtual, tierno y cálido, desde la distancia. Intuye que hoy lo necesito.

Y he sonreído.

Mi familia, tal cual es, me hace feliz. Querer a "la peque" me resulta fácil, natural, espontáneo. Lo siento si su madre no entiende qué significa QUERER en letras mayúsculas. Si necesita ver fantasmas donde no los hay, si vive frustrada y no sabe valorar lo que tiene.

Ya he consultado con psicólogos, trabajadores sociales, familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo. Amar engrandece y no hay que sentirse culpable.

Así que yo hoy, ahora, empiezo a dejar a un lado la tristeza y cruzo los dedos para que el Señor Juez, cuando tenga a bien leer nuestro caso, sea justo. Tan sólo pido eso.



PD: Hoy os dejo una canción de Sabina (cantada con Serrat) que siempe me pone las pilas! Ponedla muy alto y cantádla!!!!!!!!!!!!!