De niña me encantaban los cuentos de hadas. Cuando fui creciendo me di cuenta que muchos de los personajes presentes en estos cuentos no cuadraban mucho con los valores que yo quería para mi vida. Yo no era una princesa y tampoco lograba encontrar al príncipe azul… Lo que no podía suponer cuando era chica era que me tocaría jugar el personaje más malo, despiadado, huraño, envidioso y feo (siempre con una verruga en la cara !!): la MADRASTRA!!!
Y así fue y así es por el momento, me enamoré de un hombre maravilloso (lo más parecido al príncipe azul que he encontrado) que tiene una hija que ahora tiene unos 7 años. Y así, en unos pocos meses, pasé de ser soltera a convivir con un hombre y con su hija (más o menos la mitad de la semana, que es el tiempo que pasa "la peque" con su papi) y con el tiempo pasé a ser lo que se conoce como "madrastra".
Y qué significa ser madrastra? Pues no sé si será culpa de los cuentos pero lo cierto es que en el imaginario colectivo las madrastras representan una especie de hechicera malvada que siempre busca hacer el mal. Y qué dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (http://www.rae.es/)? :
1. f. Mujer del padre respecto de los hijos llevados por este al matrimonio.
2. f. p. us. Cosa que incomoda o daña
Bueno, y qué, digo yo. También soy otro montón de cosas: mujer, amante, amiga, mamá de una bebé preciosa, trabajadora, hija, hermana, jugadora ocasional de padel, y un largo etc. Sin embargo, si algo siento que me define durante los últimos años es ser madrastra. Supongo que es porque es lo más complicado, lo que se escapa a mi control, lo que me preocupa y hasta obsesiona… querer hacerlo bien, no asumir roles que no me corresponden, mantener el equilibrio entre los niños que son y no son hijos míos, evitar peleas interminables con mi marido a cuenta de su ex….
Este es mi cuento de hadas. La historia de una familia moderna, con valores actuales, sin princesas consentidas ni madrastras horrorosas. Y esto es lo que quiero compartir en este blog, en ocasiones con alegría y entre risas, en ocasiones con desazón e incluso angustia, en ocasiones a gritos… porque en la vida de una madrastra se pasa de la comedia romántica americana a la historia de terror más angustiosa en cuestión de días…
Seguro que por ahí hay un montón de mujeres estupendas que también son madrastras y que tampoco quieren ser "la mala del cuento", para ellas es este blog. Para ellas y para los padrastros, para las mamás separadas que también tienen que co-existir con una madrastra, para las parejas de las madrastras y padrastros. A ver si comprendiendo mejor a la otra parte logramos entendernos o, al menos, vivir en armonía. Por todos, pero, sobre todo, por los peques que viven en medio de todo esto.